(Del libro San Sebatián. Barrio y devoción en Huelva de Eduardo J. Sugrañes; pp. 98-116)
Derribada la ermita del Santo Patrón en 1931, con el propósito de reedificarla en otro lugar y no ser obstáculo al ensanche de la ciudad, se llega a un periodo difícil para hacerla realidad. Primero por la llegada de la República, tan alejada a las manifestaciones y culto católico; luego, la Guerra Civil y un periodo de crisis tras la posguerra. Pero cuando la ciudad comienza a despertar de las miserias que provocó la guerra, se vuelve a hablar de la necesidad de una nueva ermita para el Patrón. Mientras tanto, San Sebastián se hallaba al culto en unas dependencias del antiguo cementerio, convertida en improvisada ermita, que poco o nada favorecía el culto al glorioso mártir.
La primera reivindicación que encontramos de la necesidad de la ermita es en Odiel, en el artículo La ermita del Santo, que se firma en 1945 bajo el seudónimo de El Capitán Araña. En el mismo se lamenta de esta situación y recuerda que …tuvo en tiempos una estartalada y fea capilla a la entrada del viejo cementerio, pero aquello se destruyó con muy buen acuerdo, y hasta la fecha no se ha hecho nada sobre la capilla de San Sebastián. Así las cosas, dice que la nueva escultura de Pérez Comendador, la tan celebrada imagen no se veneraba en ningún altar y pasaba el año «almacenada» en lo que se construyó para depósito de cadáveres en el viejo cementerio. Solamente recibía culto en San Pedro para su festividad y de nuevo llevado procesionalmente a su «almacén» en donde pasaba todo el año. Este cúmulo de circunstancias originaba también una situación incómoda a los onubenses cuando por nuestra ciudad llegaba algún forastero preguntando por la capilla del Santo, como era el caso que relata El Capitán Araña y que da pie a su reivindicación: Esta inesperada indignación del forastero, hizo nadar en mí, el deseo de que debíamos los hijos de Huelva, levantar una capilla o ermita a el Santo Patrón, donde pudiera durante todo el año recibir las oraciones de los hijos de Huelva, que fueran a sus plantas a implorar su auxilio o darle gracias por los favores recibidos. No olvida tampoco la forma de hacerlo realidad, viendo para ello el mejor camino el de la movilización ciudadana y no esperar a que fuera el Ayuntamiento el que tomara la iniciativa, a éste se le solicitaría un terreno del antiguo cementerio y algún arquitecto local que realizara el proyecto. El apoyo a la idea no se hizo esperar y la prensa de Huelva publica que para hacer realidad este proyecto, en el barrio de San Sebastián nace la idea de crear una hermandad y varios gestores municipales asumen esta iniciativa.
Pero la idea, sin duda, aunque no olvidada se desvanece en el tiempo. Las reivindicaciones continúan, sin duda serían las que hacen posible que el proyecto se llegara a ejecutar. De esta forma, e120 de enero de 1952, Flery comenta en Odiel que estas fiestas vuelven a suscitar un viejo problema, que no es otro que el de la erección de una decorosa ermita al santo, inexplicablemente inexistente ahora, punto en que una y otra vez hemos insistido. Consideraba, de este modo, que si este año hacemos al fin el propósito de trabajar eficientemente por la solución de este problema, brindaremos a nuestro Patrón el mejor y más efectivo obsequio en su honor. En el pueblo de Huelva latía un deseo de que en el plazo más brevemente posible y oportuno se aborde la obra constructiva de la nueva capilla del Santo, ya que el sitio donde actual y provisionalmente se le tiene, es inadmisible como morada adecuada y correspondiente a la alta dignidad y prerrogativas del Santo. Lógicamente, uno de los objetivos que movían a solicitar la nueva capilla era que estuviera abierta al culto frecuentemente y foméntese las prácticas piadosas en honor de San Sebastián bendito, a cuyo efecto su hermandad dará fe de resurgimiento y vida hasta encauzar, lo más convenientemente posible a los fines espirituales, los fervores del pueblo onubense hacia su bendito Patrón. En la conciencia de todos estaba presente la necesidad de un nuevo templo y así, cuando en años anteriores se hablaba de la procesión se indicaba que era trasladada desde su ermita a San Pedro, cuando en verdad sólo era un viejo depósito de cadáveres, ahora, al menos es curioso destacar que Odiel deja siempre bien claro que iba a su provisional ermita, sin duda, una forma de presionar sobre el tema. La crítica al estado en que se encuentra San Sebastián es bien dura, nuevamente es Flery quien, en 1956, lo reivindica denunciando que no tiene tampoco San Sebastián casa propia, porque «vive recogido» y como de prestado en una repulsiva dependencia, cual es, quiérase o no, la que sirvió de depósito de cadáveres y sala de autopsias en el antiguo cementerio. No se entendía tampoco, que la nueva imagen de San Sebastián, que había merecido todos los elogios de la crítica de Madrid, aquí se encontrara poco menos que arrumbada, para ser vista allá en una sala que estuvo destinada a los muertos. Se conocía la intención municipal de edificar un nuevo templo, pero mientras tanto se pensaba que por devoción o por simple decoro debe estar y dársele culto en otro lugar más adecuado; pero no, la imagen permaneció en su ermita provisional, en su barrio y cercana a su gente. La respuesta, y positiva por cierto, no hizo esperar al incisivo Flery. Al final de la procesión del 20 de enero del 56, en el ágape ofrecido por la Tertulia Litri y que estuvo presidido por el alcalde Antonio Segovia, el teniente alcalde Juan Caballero Lama dio a conocer, sorprendiendo a todos muy gratamente, una iniciativa del alcalde, todavía inédita, referente a la construcción de una ermita para el culto de San Sebastián, en la plaza de la Soledad. El alcalde reconoce que es triste que todos los años llevemos a San Sebastián a encerrar en un cementerio. Efectivamente al Santo no se le tributa culto. Además expone su iniciativa de construir una capilla al efecto en la plaza de la Soledad, ya que esta, por su declive, nunca contribuirá al hermoseamiento de la vía pública. Pedía la ayuda de todos, no sólo era a su entender tarea del municipio: Quiero que dicha iniciativa nazca con vuestro calor y entusiasmo y que, para hacerla viable con la mayor eficacia se constituya un Patronato con miras a la construcción de la citada ermita, donde adosada a la misma, puede establecerse la Asociación Onubense de Caridad que recoja y encauce cuantas donaciones hace el Ayuntamiento a todas las entidades benéficas de Huelva. Al final termina su intervención con el deseo de que el año que viene, podamos sacar procesionalmente a nuestro San Sebastián de su propia capilla.
A los pocos días se da a conocer el deseo del obispo Pedro Cantero Cuadrado de la aprobación de nuevas parroquias, entre ellas la de San Sebastián, que atendería a unas 10.000 almas y cuyo templo se proyecta construir en los terrenos del antiguo cementerio. Viene esta última parroquia a resolver el zarandeado problema de la capilla del Santo Patrón, pero además se sabe que toda la reivindicación del pueblo de Huelva lleva a que habiéndose de construir una parroquia llamada el Buen Pastor, surgió la idea de que fuera ésta la de San Sebastián, dotándose al Patrón de un templo majestuoso, diariamente abierto al público, y en el propio lugar donde antes tuvo su capilla.
Erección canónica de la parroquia
En el Boletín Oficial del Obispado de Huelva (BOOH), de febrero de 1956 aparece el decreto de desmembración y erección de treinta nuevas parroquias y de quince nuevas coadjutorías en la Diócesis de Huelva, entre las que se incluye la de San Sebastián. El decreto es del tenor siguiente:
Nos el Dr. D. Pedro Cantero Cuadrado, por la gracia de Dios y de la Santa Sede Apostólica, Obispo de Huelva.
Hacemos saber: Que recientemente creada esta Diócesis por la Bula «Laetamur vehementer» de su Santidad Pío XII, fechada en Castelgandolfo el 22 de octubre de 1953, y habiendo Nos tomado posesión canónica de la mima Diócesis, en conformidad con las prescripciones de los Sagrados Cánones, en el día 14 de marzo de 1954; dado el crecido número de su población, en aquella fecha de 379.147 habitantes, y el reducido número de sus 88 parroquias y de sus 40 coadjutorías, ya presentíamos a Nuestra llegada la necesidad y urgencia de la creación de nuevas parroquias y coadjutorías, para atender al mayor bien de las almas que la benignidad del Santo Padre tuvo la dignación de encomendar a Nuestros cuidados pastorales.
A medida que, con el tiempo, Nos íbamos conociendo y sintiendo las necesidades espirituales de las almas y de la nueva situación de la geografía humana, surgida después del último Arreglo Parroquial de la Archidiócesis matriz de Sevilla hecho en el año 1910, nombramos una Comisión Diocesana para estudiar y proponer a Nos un nuevo plan de Arreglo Parroquial de Nuestra recién creada Diócesis Huelvense, teniendo a la vista el cuadro general, no sólo de las necesidades espirituales de la Diócesis, sino también la posibilidades más o menos inmediatas para atender a aquellas, con el personal del Clero incorporado a la Diócesis de Huelva desde la fecha de la incardinación definitiva de los sacerdotes que optaron por incardinarse en Nuestra Diócesis; al desmembrarse de la Archidiócesis de Sevilla, hasta el día de hoy.
Resultado de los trabajos de la citada Comisión Diocesana fue un amplio, detenido y elevado anteproyecto de un nuevo Arreglo Parroquial para la nueva Diócesis de Huelva, que Nos reducimos, por ahora a los límites comprendidos en el decreto actual.
Después de oír a los Rvdos. Sres. Arciprestes, a los respectivos Rvdos. Sres Curas Párrocos y a los Consultores Diocesanos que suplían al Cabildo Catedral, a tenor del canón 423, y previo el dictamen favorable del Ministerio Fiscal de Nuestra Curia Diocesana, en relación tanto con el cumplimiento de los trámites y formalidades que en Derecho proceden, como en lo referente a la demostración justificada de la existencia de motivos canónicos señalados en los cánones 1427 y 1428 para la desmembración y erección de nuevas parroquias.
Teniendo en cuenta la R. C. de 3 de enero de 1854, el R. D. de 15 de febrero de 1857, y el artículo XI del novísimo Concordato de 27 de Agosto de 1953; y vistos los cánones 1427 y 1428, en uso de Nuestras facultades, venimos en decretar y por el presente decretamos, en conformidad con la relación ya enviada al Ministerio de Justicia, la erección de nuevas parroquias y coadjutorías en la forma que a continuación se expresan.
Entre ellas aparece la de San Sebastián y el decreto recoge su erección como sigue:
Nueva Parroquia de San Sebastián, Mártir.
Población: Huelva.
Titular: San Sebastián, mártir.
Categoría: Término.
Habitantes: 10.000.
Templo: A construir.
Desmembrada de la parroquia de San Pedro Apóstol y de la Parroquia del Sagrado Corazón de Jesús.
Límites:
La acera de los pares de la calle Fray Juan Pérez, de aquí línea imaginaria a salir a la calle Marchena Colombo por encima e incluyendo las Casas de la Diputación, Rotonda del Conquero sigue por la parte derecha del Camino de la Cinta hasta encontrar el camino de la finca de la Orden, hasta el recodo grande. Desde este punto una línea recta imaginaria a encontrar el camino de Cardeñas en el punto donde se une al mismo, el camino que sale de la finca de La Orden. Sigue por el camino de la finca de Juan Estefanía a salir a la carretera del cementerio; cruza ésta y sigue la orilla derecha hasta el Cementerio, girando sobre la derecha e incluyendo el Cementerio sigue por el camino cercano al cementerio a enlazar con el camino de La Jara, sigue a encontrar el camino de Palomeque, por delante de Viaplana, llegando por el mismo camino a la plaza del Cementerio Viejo, calle de San Sebastián, las dos aceras, los números impares, desde el 35 que enlaza con la Calle Fray Juan Pérez, y los pares hasta el cruce con la calle Mackay y Macdonald, y de esta calle los números impares, hasta llegar a los límites de la Parroquia del Sagrado Corazón de Jesús.
De acuerdo con el decreto de desmembración de nuevas parroquias y coadjutorías, de fecha 1 de noviembre de 1955, publicado en el BOOH, en el número correspondiente al mes de febrero de 1956, se rectifican los límites, quedando asignados de la siguiente forma:
Parroquia de San Sebastián: Camino de Palomeque. Nuevo trazado de calles hasta salir en línea recta por la cuesta de San Cristóbal a la A venida Sundheim. A venida de Federico Mayo. Vía Paisajista, Calle Mackay y Macdonald. SanSebastián hasta el arranque de la calle Fray Juan Pérez, etc.
En testimonio de lo cual expedimos el presente Decreto, firmado de Nuestra mano, sellado con el de Nuestras Armas y refrendado por Nuestro Canciller Secretario, en Huelva a treinta de noviembre, festividad del apóstol San Andrés, de mil novecientos cincuenta y ocho. Pedro, Obispo de Huelva». Por mandato del obispo, el canciller-Secretario, Gregorio Martínez.
Un nuevo decreto de rectificación de límites entre las parroquias de San Sebastián y del Sagrado Corazón de Jesús se firma, por el obispo José María García Lahiguera, en 1966. Ello motivado por la creación de la nueva parroquia de Cristo Sacerdote, desmembrada de la de San Sebastián y por el crecimiento en edificaciones y habitantes de la del Sagrado Corazón de Jesús. Ante ello:
Decretamos que los grupos de viviendas comprendidos entre la Estación de Servicio de Gasolina de a Cuesta San Cristóbal en la carretera general de Sevilla hasta la Avenida de Píos XII, pertenecientes a la Parroquia del Sagrado Corazón de Jesús, pasen a la Parroquia de San Sebastián, cuyos límites quedan fijados en la siguiente forma:
Partiendo de los Pabellones de Sub-Oficiales, por la carretera de Sevilla hasta la Avenida de Pío XII, por medio de ésta sube a la Barriada de Nuestra Señora de Guadalupe y de aquí en línea recta a la Avenida José Muñoz de Vargas. De aquí y por medio de esta Avenida, en línea recta, a encontrar el camino de Palomeque, límite ya de la nueva Parroquia de Cristo Sacerdote, llegando por este camino hasta la fachada frontal del Cementerio Viejo, y trazando una línea imaginaria hasta encontrar el límite de la Parroquia de San Pedro en el extremo superior de la calle Fray Juan Pérez, baja por medio de dicha calle hasta la calle San Sebastián, y por ésta hasta la de Mackay y Macdonald, y de aquí bordeando el cabezo, la Vía Paisajista y por detrás del Hospital de Riotinto hasta el punto de partida.
Está dado en Huelva a uno de mayo de 1966, festividad de San José Obrero, lo firma el obispo José María García Lahiguera y por mandato, Gregorio Martínez, canciller-secretario.
Colocación de la primera piedra
El acto de la colocación de la primera piedra del templo de San Sebastián tuvo lugar el domingo 9 de marzo de 1958, «Día del Papa», con un homenaje singularísimo al creador de la misma (la joven diócesis onubense), Su Santidad, Pío XII. Consistió en la bendición de los solares y colocación de las primeras piedras de dos nuevas parroquias: la de San Sebastián, Patrón de Huelva, y la de Nuestra Señora del Rocío.
A la del Santo irán unidas la Casa Rectoral y un gran centro de Formación Profesional de la Joven Obrera con las especialidades de Electrotecnia, Radio-difusión, Cine y Artes Gráficas en la sección de Huecograbado. Por su interés, reproducimos la crónica del acto recogida en Odiel, edición de 11 de marzo:
Primeramente, a las 12 del medio día, se celebró el acto de la bendición de la primera piedra del nuevo templo parroquial que ha de erigirse en honor del Patrón de la ciudad, San Sebastián, en terreno situado en la avenida de Federico Mayo y próximo a la Residencia Sanitaria del Seguro de Enfermedad.
Dicho lugar aparecía exornado con banderas de España, Huelva y la Pontificia e invadido por el gentío. Se habían colocado en sitio bien visible los planos de la soberbia obra que habrá de ejecutarse en un plazo aproximado de año y medio comprendiendo su conjunto la parroquia, casa rectoral y todas las dependencias anejas a una Escuela Profesional de la joven, de gran capacidad material. Los croquis de las fachadas acusan una extraordinaria belleza arquitectónica de dichos edificios.
Entre las autoridades presentes en los actos que reseñamos se encontraban: El secretario general del Gobierno Civil; gobernador militar, don Eduardo Martínez Madrano, presidente de la Audiencia, don Alfredo García-Tenorio San Miguel; delegado de Hacienda, don Augusto Marzal Andrade; teniente de alcalde, don Juan Caballero Lama, en representación del alcalde; secretario de la Diputación provincial, don Guillermo Álvarez Prolongo que ostentaba la representación del presidente de dicho organismo; teniente coronel de la Comandancia de la Guardia Civil, don Felipe Ortega González, ingeniero director de Obras Públicas, don Cristóbal Prieto; delegado provincial del Ministerio de la Vivienda, don Federico Baza Torrecilla; dean de la S.I. Catedral, don Julio Guzmán con la mayoría de los canónigos del cabildo y muchos sacerdotes. Encontrábase asimismo el Seminario, representaciones de las Comunidades religiosas y de muchas Hermandades y Cofradías con sus correspondientes banderas. La llegada del señor Obispo doctor Cantero Cuadrado, fue acogida con muestras de singular complacencia y afecto, por parte del gentío allí estacionado.
Bendición y colocación de la primera piedra: Seguidamente, el prelado se revistió con los ornamentos pontificales precediendo a la bendición de los terrenos y primera piedra del magno edificio que va a construirse.
A continuación, por el beneficiado maestro de ceremonias de la catedral, don Juan de la Rosa, se dio lectura al texto del pergamino que, después de ser firmado por las autoridades y con ejemplares de las publicaciones Odiel, ‘Boletín Oficial del Obispado’ y ‘Huelva Católica’, así como también de unas monedas, fue encerrado en una caja metálica que incrustose en una gran piedra de granito. Dicho pergamino, así como el que después se utilizó con igual ceremonia, respecto a la parroquia de Nuestra Señora del Rocío, es obra del gran pintor miniaturista de Huelva, Domingo Franco, que, una vez más, ha acreditado sus excepcionales facultades para tales obras de arte.
Después se hizo bajar la piedra hasta el sitio donde quedó fijada, echando las primeras paletadas de mezcla sobre la misma el doctor Cantero Cuadrado.
Breve discurso el presidente diocesano de Acción católica: Acto seguido, hizo uso de la palabra el presidente diocesano de Acción Católica don Juan Bonsón, quien manifestó que en nombre de dicho organismo adheríase al acto que se celebraba, como homenaje de Huelva al Papa, haciendo ostensible también el agradecimiento de todos a la gran figura de Pío XII por haber sido este Pontífice quien creó la diócesis onubense.
Dijo que, gracias a esto, Huelva cuenta hoy con excelentes instituciones, tanto de formación espiritual como profesional tales como la Casa de Ejercicios, Seminario, Casa de Acción Católica y Palacio Episcopal y también otras al servicio de las humildes, como son las Casas Hogares ya inauguradas las que dimanan de las Cáritas y Caja de Asistencia Social y, ahora, la colocación de la primera piedra de la parroquia de San Sebastián, a cuya sombra se edificará un centro profesional, realmente maravilloso por sus fines educativos y laborales.
Agregó que, además de lo enumerado, hay otras muchas cosas que no se ven dentro de otras instituciones, altamente beneficiosas y provechosas en innumerosos aspectos.
Añadió que, después de todo ello, ya vendrán nuevas obras, que seguramente han de bullir en la mente del señor Obispo, quien puede tener la seguridad de que para prestarle la colaboración que sea precisa tiene a su lado a los católicos de Huelva y muy principalmente a la gran masa disciplinada de la Acción Católica.
El señor Bonsón terminó sus sentidas palabras con vivas al Papa, al señor Obispo y a Huelva que fueron unánimemente contestados escuchándose también grandes aplausos.
Palabras del Señor Caballero Lama: El señor Caballero Lama que, como decimos, representaba al alcalde de la ciudad, don Antonio Segovia, hizo uso de la palabra, justificando, en primer término, la falta de presencia física del mismo, aunque más bien la ausencia de su persona -dijo- porque en espíritu se encuentra aquí entre nosotros por sus sentimientos de onubensismo y catolicismo, como hace unos momentos me decía por teléfono, a sólo unas horas de distancia de nosotros.
Dos motivos -continuó diciendo- transcendentalmente jubilosos para la vida de nuestra joven diócesis, nos reúnen en este espacio maravilloso desde donde se vislumbran nuestra colombina ruta y la confluencia de las históricas aguas del Tinto y Odiel, nada más y nada menos, que la siempre emotiva y simbólica ceremonia de la colocación de una primera piedra para dos nuevas parroquias: la del choquerísimo título de San Sebastián y la de la Santísima Virgen del Rocío, la Reina de las marismas, de tan recia y popularísima devoción en toda la región andaluza.
En este lugar donde nos encontramos, se elevará un día muy próximo (y de ello es garantía la actividad, constancia y entusiasmo de nuestro amadísimo Prelado) la iglesia parroquial de San Sebastián, a cuya sombra florecerá una importantísima obra social suya que nos habla mucho de sus inquietudes y afanes de dotar a las clases más modestas de los medios que exigen los tiempos modernos para su dignificación moral y material.
Todas estas razones del más elevado orden espiritual justifican nuestra presencia en estas bendiciones, pero queremos destacar que hay aun otra que avalora la presencia de las Cofradías onubenses, en cuyo nombre también os hablo, y es la de que hace tan sólo 48 horas, las Hermandades de Penitencia y las de Gloria de Nuestra Patrona la Santísima Virgen de la Cinta y Nuestra Señora del Rocío, han fundado la Hermandad de San Sebastián mártir, Patrón de la ciudad de Huelva, aprobando por aclamación sus primeros estatutos o reglas, por lo que la vinculación de todos los cofrades a esta nueva parroquia queda concertada desde su concepción por una feliz coincidencia en el orden cronológico fundacional.
Inmemorial es el culto que Huelva consagra a San Sebastián como Patrono. En la antigua obra del licenciado Juan Agustín de Mora «Huelva Ilustrada», año 1762, existe constancia de la existencia de la ermita dedicada al Santo mártir de los siglos heroicos y primeros del cristianismo. Nosotros hemos encontrado un documento existente en el Archivo de Protocolos que dimos a conocer en un estudio histórico sobre las Cofradías onubenses más antiguas que se remonta al año de 1635 -no de ayer precisamente, sino de 323 años atrás- en que constaba ya de antiguo esta devoción nuestra al militar de Roma. Hace ya algunos años hubo un intento de erección de esta Hermandad de San Sebastián, pero no llegó a gozar vida oficial, por lo que no obstante la remota devoción y la también considerable de su patronato sobre la ciudad, es esta que ahora se ha constituido, la primera Hermandad onubense bajo esta advocación.
Y aunque aquí debiera terminar no quiero hacerlo sin expresar como alcalde accidental y representación de esta ciudad de Huelva en estos solemnes momentos, como también de sus Cofradías, en un acto público como éste y en una fecha dedicada a la celebración del «Día del Papa», que individual y colectivamente todos los onubenses y todos los cofrades queremos testimoniar utilizando como portavoz a Su Excia. Rvdma., nuestra sincerísima adhesión y desagravio al Romano Pontífice, haciendo pública y valientemente declaración de nuestra indignación por las maniobras antirreligiosas y difamatorias que contra Su Santidad y la Iglesia se está desarrollando en estos días en Italia.
Onubenses, gritad todos conmigo ¡Viva el Papa! ¡Viva San Sebastián! ¡Viva la Virgen del Rocío!
Estos vítores fueron unánimemente contestados por la concurrencia y don Juan Caballero, muy aplaudido.
Intervención del Señor Obispo: Finalmente, hizo uso de la palabra el Prelado, quien comenzó diciendo que los historiadores del mañana podrán concretar la importancia del hecho que se estaba realizando y de la propia creación de la diócesis de Huelva, como una prueba de la fecundidad religiosa y cultural de la Iglesia.
Dijo que la colocación de la primera piedra efectuada, era un acto simbólico de la gran institución que iba a crearse al servicio de Huelva y de su diócesis, puesto que la fundación de dicha parroquia tendría una gran repercusión espiritual para las generaciones onubenses. Se construye este templo para el culto y llenar la vida de sus feligreses con el mensaje evangélico, porque en torno al mismo va a crearse un centro de formación profesional obrera, que es, en su clase, el primero que se constituye en España.
Miles de presentimientos -agregó- y una ráfaga de esperanza cruzan ahora por mi mente y encienden mi corazón, porque necesariamente, el amor y la esperanza son los que construyen. Yo quiero que Huelva salga en primera fila y vaya en la vanguardia del pensamiento de la Iglesia y de los católicos modernos. Que aquí vean cuanto formen el mundo del trabajo que la Iglesia se ocupa de ellos, felicitándoles y poniendo a su alcance los mejores medios de cultura para evitar el analfabetismo profesional. Gracias a Dios, así hay que reconocerlo, el Estado se preocupa hoy, como nunca, de la formación profesional de los españoles, como así también lo hace la Iglesia.
Insistió el doctor Cantero en sus empeños de que Huelva, embellecida, se convierta pronto en una gran urbe.
Aludiendo a la fiesta que se celebraba, el «Día del Papa», propugnó porque los católicos onubenses tuvieran un sentido verdadero de la catolicidad, que es universalista y no aldeana, y que todos, desde el lugar que se encontraban, deben levantar su corazón hacia el Vaticano con las más vivas manifestaciones de gratitud al Pontífice, fundador de la diócesis de Huelva. El doctor Cantero Cuadrado fue muy aplaudido al terminar su discurso.
Lo cierto es que la gestión realizada por el primer prelado fue del todo positiva y los logros muy numerosos, sabiendo poner en marcha a toda la joven diócesis y con ella, además, satisfacer una de las demandas más solicitadas por el pueblo de Huelva, un templo para el Patrón. De seguro, que sin la creación de la Diócesis y sin el impulso vitalizador del doctor Cantero Cuadrado, esta iglesia o no se hubiese levantado nunca o hubiera sido postergada de un año para otro. Así, el reconocimiento a la labor de monseñor Cantero fue inminente: Nuestro querido prelado, atento siempre y gran propulsor de las expresiones de piedad popular recogió aquel anhelo, y lo que parecía un problema para largo tiempo, él supo resolverlo, encontrándole la apetecida y única solución. Y ahí está la nueva parroquia de San Sebastián, preciosa en todas sus líneas y bajo todos sus aspectos, y admirablemente instalada para las atenciones y cuidados que son de su incumbencia. Tan admirable que causa verdadera sorpresa que en sólo unos meses, menos de los comprendidos en un año, haya sido construida y puesta en condiciones de ser destinada al culto divino, palabras de Flery, seguidor y gran impulsor en la prensa de esta reivindicación (51).
Bendición del nuevo templo
La parroquia quedó terminada para la festividad del Patrón de 1959. Previa a la bendición del templo, el día 19 de enero
…se celebró a las seis de la tarde, el traslado procesional del Santísimo desde la parroquia mayor de San Pedro a dicho templo.- En la piadosa comitiva figuraban la Adoración Nocturna y muchos caballeros con cirios.- El Santísimo fue portado bajo palio por el nuevo párroco de San Pedro, don Manuel Suárez Cáceres, hasta llegar al final de la feligresía que linda con la de la nueva parroquia, en que se hizo cargo de la Sagrada Forma el párroco de la misma, don Emilio Beneyto.- La representación municipal era ostentada por el teniente de alcalde, delegado de Cultos, don Juan Caballero Lama.- Detrás del Santísimo iba un numeroso acompañamiento de mujeres que, durante el trayecto, no cesaron de cantar motetes e himnos eucarísticos. Y, cerrando marcha, la Banda Municipal de Música.- Las calles del itinerario que estaban repletas de público, aparecían con vistosas colgaduras principalmente la de Mackay y Macdonald, donde el paso de la comitiva eucarística resultó piadosa en extremo.- Sobre las siete y media llegó el Santísimo a la nueva parroquia, hermosísima por supuesto, que estaba atestada de fieles, principalmente de los nuevos feligreses que exteriorizaban su más viva complacencia por contar con una parroquia que honrar a la Huelva católica en la máxima expresión del vocablo.-
La procesión de San Sebastián: A las ocho de la noche se celebró el traslado del Patrón, San Sebastián, desde su provisional ermita del antiguo cementerio a su nueva parroquia. Las calles de la barriada de su nombre lucían la extraordinaria iluminación y el vistoso aspecto verbenero que es tradicional en estos días, siendo enorme la afluencia de público que se estacionó a lo largo de las mismas.- La comitiva procesional se organizó de la siguientes manera: Iba, en primer término, la flamante banda de cornetas y tambores de la Policía Municipal, que por primera vez se exhibía ante el público, causando la agradable sorpresa que es de suponer. – Seguían varias representaciones de otras tantas Hermandades y Cofradías, con sus correspondientes banderas.- A continuación iba el artístico paso con la magnífica efigie del Santo, al que daban guardia varios números de la citada Policía en traje de gran gala.- De preste figuraba el párroco del nuevo templo de San Sebastián, señor Beneyto.- La presidencia oficial estaba constituida por el Ayuntamiento, presidido por su alcalde, don Antonio Segovia Moreno.- Seguidamente, aparecía la Banda Municipal de Música. Durante el trayecto se escucharon vítores en honor del Santo Patrón, disparándose también muchos cohetes, sobre todo cuando el paso llegó a la altura de la «Tertulia Litri», donde se quemó una traca. Cerca de las nueve y media se recogió la procesión en su nueva parroquia, en medio de la mayor animación y entusiasmo«.
Para el día el Patrón se deja la bendición del templo y sabemos que es con asistencia del Excmo, Sr. Subsecretario de Justicia, que representaba al Ministro de su departamento, tuvo lugar el día 20 la inauguración de la nueva Parroquia de San Sebastián.
Ante la importancia del acontecimiento, dentro de la historia de la devoción a San Sebastián, recogemos la reseña completa de la crónica publicada por el diario Odiel, del miércoles 21 de enero de 1959:
La misa de medio pontifical: Poco después de las once, llegó a la nueva parroquia el señor Obispo de la Diócesis doctor don Pedro Cantero Cuadrado, a quien esperaban ante el cancel, el cabildo de la Santa Iglesia Catedral y clero de las distintas parroquias e iglesias de la capital. Siguiendo al prelado iban las autoridades y la Corporación municipal, bajo mazas. La extensa nave del templo aparecía abarrotada de fieles. El doctor Cantero pasó a ocupar su trono en el presbiterio, acompañado de las dignidades catedralicias don Eusebio Paraíso, don Gregorio Martínez y el vicario general de la diócesis don Luciano González, canónigo magistral.
A la izquierda del altar y en sitiales destinados al efecto se situaron los canónigos y beneficiarios.
La presidencia oficial aparecía en el testero del templo al lado de la Epístola: El subsecretario del Ministerio de Justicia, señor Oreja Elosegui, en representación del ministro, señor Iturmendi; gobernador civil y jefe provincial del Movimiento, don Hernán Pérez Cubillas; gobernador militar; presidente accidental de la Diputación; comandante de Marina y teniente coronel jefe de la Guardia Civil. Al lado del Evangelio la Corporación Municipal con el alcalde, señor Segovia Moreno; el teniente de alcalde de Cultos y el secretario del Ayuntamiento; presidente de la Audiencia; fiscal; delegado provincial de Trabajo; delegado provincial de Información y Turismo; ingeniero director de Obras Públicas, otras autoridades y jerarquías del Movimiento.
Ofició la Santa Misa el nuevo párroco de San Sebastián don Emilio Beneyto, asistido de diácono y subdiácono. De maestro de ceremonias actuó el de la Santa Iglesia Catedral, beneficiado don Juan de la Rosa.
Cantado el Santo Evangelio, el señor Obispo se situó ante el altar mayor, con báculo y mitra, acompañado de las dignidades que le asistían, pronunciando la siguiente homilía:
Alocución del prelado: El doctor Cantero Cuadrado comenzó diciendo: «Para mayor gloria de Dios, para mejor servicio de las almas y en homenaje al Santo Patrón de Huelva, se ha erigido este templo, que es testimonio también de gratitud al fundador de esta Diócesis, Su Santidad, Pío XII. Fue colocada la primera piedra de esta parroquia y de los edificios que la circundan -salón y cooperativa parroquial, casa rectoral y escuela profesional de la mujer- en la mañana del nueve de marzo del año últimamente pasado. Y, después de tantas dificultades vencidas, dentro de la premura del tiempo, no podemos por menos de levantar el corazón a Dios por su misericordia con esta ciudad y con estas barriadas que el celo y la competencia de nuestras autoridades van levantando».
El prelado hace extensivo sus testimonios de gratitud a todas las entidades y cuantas personas han contribuido a la realización de las obras, que quedarán para siempre y a través de los siglos como prueba de la fecundidad de la Diócesis de Huelva al servicio de Dios y de las almas.
Hace el doctor Cantero un debido encomio de los valores morales que se asientan en los valores religiosos de la Iglesia; y se extiende en consideraciones acerca de la parroquia que forma las conciencias y une a los hombres con los vínculos del amor. Todo -agregó- lo construye el amor; el odio, a cambio, todo lo convierte en ruinas. Cuando se siente el amor se construye, y cuando ese amor se cimenta en la fe de los mártires cristianos, como la de nuestro patrono, es entonces cuando surgen estas construcciones que tienen un sentido y un valor de eternidad. «Esta es la victoria, nuestra fe». Esta fue el triunfo de San Sebastián. Que aquella inscripción sirva para nosotros como lección que nos da el Santo Patrón para hoy, ayer y mañana.
Se refiere después el señor Obispo a la parroquia, considerándola como a la Iglesia en pequeño, y explicando el concepto de que la parroquia no es sólo el párroco, sino que es, con éste, los feligreses de la misma, en tanto que la parroquia será lo que éstos quieran que sea.
Se extiende sobre tales conceptos y pide a todos su colaboración para que sea fecunda la labor del nuevo templo parroquial.
Termina pidiendo que Dios por intercesión de su Santísima Madre y los merecimientos del Patrón haga y convierta en torrenteras de su divina gracia los frutos de la nueva parroquia de San Sebastián.
La capilla musical estuvo integrada por la «Schola Cantorum» del seminario que estuvo sencillamente magistral tanto en su conjunto como en las diferentes cuerdas de voces, acusando una sabia dirección.
Terminada la función que, como decimos, resultó solemnísima, el Prelado con las autoridades observaron muy detenidamente todos los detalles del templo que honra a Huelva católica y es motivo de las mayores complacencias por parte de la crecida feligresía de su pertenencia.
La procesión claustral del Santo: La lluvia que amenazó durante el día empezó a caer, con intermitencia, desde la siete de la tarde, lo que no fue óbice para que el público afluyera y cubriera las calles de San Sebastián, Makay y Macdonald y Federico Mayo para unirse o presenciar el desfile de la procesión del Patrón, anunciada para las ocho de la noche. A esta hora arreció la lluvia, haciendo ya imposible la salida de aquella desde su nueva parroquia. No obstante, ésta y sus alrededores estaban invadidas por el gentío. También se encontraban allí la Banda de cornetas y tambores de la Policía Urbana, con los números correspondientes en traje de gala, que habían de dar guardia al paso de San Sebastián, y la Banda Municipal de Música. Asimismo, se hizo presente la Corporación Municipal bajo mazas con su alcalde, don Antonio Segovia Moreno y teniente de alcalde, delegado de Cultos, don Juan Caballero Lama.
Después de esperarse vanamente durante largo rato, por si la lluvia amainaba, la procesión fue suspendida por acuerdo de las autoridades eclesiásticas y municipales.
Así lo dio a conocer desde el presbiterio el párroco don Emilio Beneyto, quien, previa consulta a la muchedumbre, que, como decimos atestaba el templo, declaró que la procesión oficial del Santo se aplazaba hasta el próximo domingo, a las doce del día. Con un estentóreo viva a San Sebastián fue rubricado el feliz acuerdo.
Con gran beneplácito también de los fieles, se acordó celebrar una procesión con las andas de mano del Santo por el interior de la parroquia.
Así se hizo, siendo llevadas dichas andas por el alcalde de la ciudad y delegado de Cultos, ya citados, y otros munícipes. Junto al pequeño paso iban los guardias en traje de gala, y la Banda de cornetas y tambores situada en lugar conveniente del templo, dejó escuchar sus vibrantes notas. Delante del Santo iba el repetido párroco y coadjutor del templo y, detrás, las autoridades.
La improvisada procesión claustral salió hasta al porche del templo, cuando la lluvia arreciaba.
Terminado el acto, el señor Beneyto pronunció una vibrante alocución, desde el presbiterio, ponderando y congratulándose de los dos grandes fervores del pueblo onubense: la benditísima Patrona, Nuestra Señora de la Cinta, y el glorioso mártir San Sebastián, que tantas gracias derraman continuamente sobre Huelva.
El improvisado acto de tan grata reso-nancia, fue rubricado con nuevos vítores al Patrón San Sebastián.
La primera salida procesional de San Se-bastián de su nuevo templo tuvo lugar el domingo 25 de enero de 1959 y como era de esperar, el vecindario onubense exteriorizó sus sentimientos de fe y devoción al glorioso mártir, prestando a dicho acto la máxima concurrencia y el mayor entusiasmo. A la procesión asistió el obispo Pedro Cantero Cuadrado y una representación municipal.
En su primer aniversario, en 1960, la parroquia funcionaba a pleno rendimiento, vive y se mueve con las puertas abiertas por las mañanas y tardes, para los cultos, pero además cuenta con un magnífico salón de actos, o salón parroquial para conferencias culturales y centro de recreo de la juventud de la barriada, hoy en pleno funcionamiento. A ello se unía el establecimiento de comestibles que, en régimen de cooperativa, surte a las familias de las barriadas artículos baratos, buenos y bien pesados. Se unía a esto, adosado a su parte trasera, formando un gigantesco edificio, la Escuela Profesional de la Mujer, ambiciosa creación de nuestro señor obispo, ya abierta a la educación formativa y especializada.
Un templo unido al ayer y al presente más moderno, como se reflejaba a los pocos años de su inauguración, donde majestuosa, se recorta la espadaña en un cielo más azul que nunca. San Sebastián ha abandonado la capilla del Cementerio Viejo para abarcar a la Huelva moderna que se le escapaba Tinto arriba.- Ahora se encuentra entre las dos, la Huelva añosa y solera y la Huelva de las innovaciones unidas ambas por un lazo de evocación e historia: el callejón de Montrocal…-A un lado y otro se estira la ciudad, buscando el nacimiento de los dos rios. En medio, la parroquiade San Sebastián, antorcha de sol y plegaria.
La imagen de San Sebastián, que desde el siglo XIX había recibido las plegarias de los onubenses en el último adiós a sus difuntos, seguiría manteniendo este vínculo, ya que los funerales de la mayoría de los fallecidos en la antigua Residencia Sanitaria Manuel Lois García se celebrarían en su nueva parroquia. Esto ocurrió hasta la inauguración del nuevo centro hospitalario Juan Ramón Jiménez, y siguiendo las normas marcadas para los servicios funerarios en nuestra ciudad del Obispado de Huelva de 29 de diciembre de 1993, que indican que el oficio funeral se realizará en la parroquia del domicilio del fallecido.
Hay que destacar que la calle que se abre al costado de la parroquia de San Sebastián lleva el nombre del primer obispo de Huelva, el doctor Pedro Cantero Cuadrado, que fuera nombrado hijo adoptivo de esta ciudad y que sin duda tiene su nombre puesto al resguardo de una de sus emblemáticas obras realizadas en nuestra ciudad. Gracias a su esfuerzo y estímulo además de que San Sebastián contara con un templo digno, en nuestra ciudad él fue quien construyera los últimos grandes templos sagrados promovidos por el Obispado.
Clero de la parroquia
El primer párroco de San Sebastián fue D. Emilio Beneyto, de 1959 a 1960, año en el que le sustituye D. Pedro Gamero Luque hasta que en 1992 llegara D. Manuel Vázquez Castilleja, que permaneció al frente de la misma hasta el 7 de septiembre de 2008, vísperas de la fiesta de Ntra. Sra. de la Cinta, fecha en la que tomó posesión el actual párroco D. José Antonio Omist López.
Durante algún tiempo estuvieron en la parroquia los coadjutores D. Juan Duque, D. Justo Soro y D. Antonio Salas. Mientras que en la parroquia de San Sebastián fue ordenado diácono, por el obispo D. Ignacio Noguer, D. José María Asencio Redondo, el 8 de junio de 1996, desempeñando estas funciones en la iglesia del Patrón hasta 2009.
Mientras, el cargo de sacristán lo ocupa desde los inicios de la parroquia hasta hoy el seglar D. José Jurado Vázquez.
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